Diario de un triatleta en el desierto...Dia 4

...largas colas para dejar el equipaje, recoger la bengala y control de material....
....posando con un berebere y un camello que quiso besarme....eh, Victor??...
....despedida con las camareras que nos sirvieron unas cuantas veces...
....aquí uno de los potajes de esos raros.....para cenar.....

....la última cena con los compañeros habitación 106, Víctor, Paco y Manel....

....Y otro día más de hotel....así que para empezar el día desayuno a lo grande, croissants, pastas y zumo de naranja....

Hoy por fin dejamos ya todo el material que no es de carrera a la organización, mañana podremos empezar Sables...por fin!! y a media mañana debemos pasar el control de material, entregar los cuestionarios, recoger el dorsal y entregar el electro a la organización....así que antes de irnos a dejar las cosas listas de nuevo, por si no lo estaban....jejejejejeje....una última reorganización de la mochila y algún que otro descarte, dejo algo de ropa y comida, y gracias a unos amigos mejicanos que llevan una balanza podemos pesar la mochila, la he dejado en 11.750 kg, no está mal, pero es mucho peso para correr, a eso le falta la bengala de socorro, que pesa más de 300 gr., y los botes de agua, que llevaré 3 de 650 ml, así que el peso para empezar el día a correr será de 14 kg aproximadamente......bufff! que no me pase nada!

A las 11.00 horas nos trasladan al hotel Er Chebby, para realizar todas las verificaciones técnicas y recoger ese dorsal 512, cuando llegamos se forma una cola impresionante, larga espera, muy larga, incluso hacemos relevos y comemos en dos turnos mientras va avanzando la cola muy lentamente. La comida es ligera, un poco de ensalada, pan y embutidos y unos yogurts suficiente para lo que llevamos ya entre pecho y espalda.....Al fin toca nuestro turno, recogemos el hornillo y las pastillas para hacer fuego que había comprado a la organización, el dorsal, la bengala, las pastillas de sal y entrego el electro, el médico no pone muy buena cara y llama a otro médico, me comenta que el electro no está muy bien y que hay algo que no funciona...me comenta si he participado alguna vez en Sables, le digo que no y su cara empieza a no gustarme, le comento que he hecho varios Ironman, maratones y demás....y que tengo una prueba de esfuerzo que me hice dos semanas antes, junto con un informe médico que dice que estoy bien para poder hacer este tipo de pruebas y finalmente lo aceptan....ya me estaba poniendo de los nervios el francesito de las narices!!

Después de todo el protocolo, nos damos una vuelta por el hotel, de lujo, y el sol nos acompaña con un esplendor fantástico, así que nos tumbamos en unas tumbonas y a esperar el gran brieffing de Patrick, que se hace esperar y mucho....finalmente llega y nos explica todas las dificultades y problemas que han tenido que superar para poder realizar finalmente esta edición de Sables, asimismo como las posibilidades de desarrollo de la prueba, las previsiones no son demasiado optimistas, pero llegados a este punto, todos deseamos poder correr con normalidad el resto de etapas, ya que la primera había sido cancelada. A partir de ahí, la suerte está echada y a esperar que todo vaya más o menos bien y según lo previsto, y que las posibles modificaciones que puedan haber sobre la marcha sean para mejor.

Nos subimos al bus y de vuelta a nuestro hotel, mañana empieza esto, por fin, y hay que ultimar detalles, colocamos la bengala, los dorsales y antes de cenar, nos pasamos por el cyber....a hacer una última conexión!!!

Luego disfrutamos de la última cena de hotel antes de la maratón, hoy toca sopa de pollo y pollo a la piedra, nunca mejor dicho, estaba más duro y seco que las piedras del desierto!!! Nosotros seguimos con nuestro plan, amenizamos la cena con un surtido de embutidos!! Después de la cena nos despedimos del personal del hotel, nos tomamos un poleo y a dormir, que mañana hay que madrugar, luciré ese dorsal 512 e intentaré correr todo lo que pueda!